Reseña:
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Existe una pretensión muy extendida en nuestra sociedad, amplificada a través de los medios, grupos de opinión, diversos sectores sociales, sobre la necesidad imperiosa de garantizar tanto a la sociedad como a los individuos la seguridad jurídica. Esta noción de seguridad jurídica se confunde con otra noción que es la de la protección de intereses vinculados a determinados sectores. Como en toda sociedad en la nuestra existen conflictos de intereses y es natural que aquellos que se ven afectados en sus intereses por decisiones legislativas o judiciales, tiendan a alegar que lo que se afecta simultáneamente es la seguridad jurídica, valor indispensable para el progreso y la convivencia en la sociedad. En este trabajo me ocuparé de uno de los aspectos que se vinculan con la seguridad jurídica, aquél que refiere a la racionalidad del derecho y a la posibilidad de predecir de antemano cuáles serán las decisiones judiciales frente a los intereses en conflicto planteados ante sus estrados. Esta es una cuestión muy debatida en el ámbito de los especialistas del derecho, pero más aún en el espacio de discusión abierto en la filosofía del derecho bajo el título de la interpretación judicial. Ese debate puede sintetizarse en una cuestión a dilucidar: ¿La seguridad jurídica es un ideal utópico o realista? Para analizar esta pregunta es necesario recorrer el largo camino que se ha dado en las discusiones teóricas sobre el tema. Defenderé la tesis que es un camino minado, y que existen utopías que no dejan de ser realistas, aunque su concreción absoluta no deje de ser más que un noble sueño. |