Reseña:
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Reseña: La experiencia de las reformas judiciales, emprendidas en la región desde hace dos o tres décadas, muestra que su sostenibilidad requiere la concurrencia de un conjunto amplio de actores, tanto del sector público como del sector privado. Está visto que si la ciudadanía se pone de espaldas o es indiferente a los cambios estructurales en la judicatura —o, quizá más exactamente, si al cabo de un tiempo deja de interesarse en tales cambios—, el impulso de las reformas decae y se estanca o, al menos, deviene errático e incierto. |