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A pesar de que desde 1983 los gobiernos democráticos de Argentina lograron crear una democracia delegada con responsabilidad vertical, el gobierno argentino continúa sin rendir cuentas a nivel horizontal. No obstante estos problemas, la percepción pública del gobierno— y del Poder Judicial—fue muy diferente cuando se restableció la democracia a principios de los años ochenta. Esta confianza se desvaneció cuando el Poder Ejecutivo aumentó la cantidad de jueces en la Corte Suprema, ostensiblemente para favorecer la política económica del Poder Ejecutivo. La independencia judicial estuvo más limitada aún cuando el Poder Ejecutivo le dio orden al Poder Judicial que terminara con la investigación sobre los abusos de losderechos humanos del previo régimen militar. |
