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El documento que se presenta analiza la manera en que policías bonaerenses, con la complicidad de algunos fiscales, no de manera esporádica, sino con un cierto método, inventan tramas y pruebas para esconder las incapacidades y falencias investigativas del sistema de justicia y, en ocasiones, para encubrir delitos en los que ellos mismos están involucrados.Estas prácticas se inscriben entre las formas paradigmáticas en que algunas agencias del Estado abusan de los sectores sociales excluidos. Se encuentran algunos puntos de contacto con investigaciones anteriores respecto del armado de causas por la Policía Federal como mecanismo para construir estadísticas de efectividad.El armado de causas falsas no habla únicamente de la corrupción policial, sino de un aparato judicial que no cuenta con mecanismos de alerta, ni de reacción, y que es inepto para detectar las trampas que pueden esconder las investigaciones policiales, al menos hasta que en los juicios orales se hace imposible mantener la farsa. A esta altura, personas inocentes, por lo general jóvenes desocupados, han pasado largos años en la cárcel sin ninguna razón. |
