Reseña:
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La reforma de los sistemas inquisitivos, y su reemplazo por
modelos procesales penales de carácter acusatorio, es un proceso
de transformación que lleva cerca de 20 años en la región.
En este período se ha podido avanzar muy intensamente desde
una etapa de sensibilización de los actores y autoridades acerca
de la necesidad y urgencia de los cambios, hasta la etapa de
implementación y puesta en marcha de las reformas realizadas.
En efecto, hoy en día la mayoría de los países de la región
cuenta con nuevos sistemas de justicia criminal de carácter
acusatorio en funcionamiento. Con algunas excepciones, pareciera
no existir un gran debate en nuestros países acerca de la
necesidad de la reforma y de las bondades del nuevo sistema
en comparación con el antiguo. Se trata de un proceso muy
profundo de transformación que ha permitido consolidar la idea
que solo un modelo procesal de rasgos acusatorios resulta idóneo
para satisfacer las expectativas y necesidades de un sistema
de justicia criminal para un estado de derecho moderno. Pero
no solo eso, sino además que la instauración de dicho modelo
supone alteraciones profundas al sistema legal y la arquitectura
institucional de nuestros países. |